Conozcan sobre las piedras en el riñón tratamiento, así como algunas señales que advierten la presencia de cálculos renales, Los dolores de estómago no son para nada divertidos, pero cuando estos se vuelven insoportables y los afectados luchan con ellos constantemente, asimismo, cuando estos no pueden encontrar una posición cómoda para sentarse o acostarse, es posible que tengan que lidiar con algo más que un malestar estomacal ocasional.
Los urólogos especialistas afirman que del 10 al 15 por ciento de la población mundial desarrollará cálculos renales en su vida, los cuales consisten en pequeños depósitos minerales con formas duras que se acumulan en el riñón y pueden ser dolorosos, asimismo, afirman que los hombres con edades de 40 a 60 años son los más propensos a tener este padecimiento.
Otro aspecto que afirman tales expertos, es que aquellos que ya han tenido un cálculo renal en algún momento tienen hasta un 50 por ciento de posibilidades de desarrollarlos en 10 años posteriores. Pero, ¿Cómo saber si lo que se tiene es un cálculo renal? Si sospechan la presencia de estos, en esta nueva entrada de nuestro blog les diremos algunos signos que advierten la presencia de piedras en el riñón, razones por las que deben acudir a un especialista de inmediato como el Dr. Felipe Vélez Cárdenas, uno de los mejores urólogos en Zapopan. Sin más que agregar, comencemos con esta publicación que esperamos sea de su agrado, estimados lectores.
A los adultos a menudo se les diagnostica cálculos renales después de pasar a una sala de emergencias o visitar a un médico de atención primaria debido a un dolor abdominal y/o de espalda repentino y severo que han estado experimentando con persistencia, este dolor repentino y severo en el estómago y/o en un lado de la espalda es uno de los síntomas clásicos que advierten la presencia de los cálculos renales.
El dolor asociado con las piedras en los riñones a menudo aparece de repente y algunas veces se describe como insoportable como si fuese un dolor asociado con el parto (esto desde la perspectiva de las mujeres afectadas), el dolor severo del cual no se puede encontrar alivio, ayuda a diferenciar el dolor asociado con los cálculos renales del dolor de estómago, o la distensión de la espalda. El malestar vinculado con las piedras renales, a veces se puede confundir con dolencias en la espalda porque puede comenzar más arriba en la parte posterior.
A medida que la piedra se acerca a la vejiga, la ubicación del dolor puede disminuir; sin embargo, es preciso hacer una diferencia importante: el dolor de espalda que acompaña a las piedras en el riñón, no se parece al dolor de las contracturas tradicionales porque no está asociado con ningún movimiento. Por lo general, uno puede averiguar de qué lado está el cálculo renal ya que el dolor, aunque no siempre, estará en un lado del estómago.
Ahora bien, los cálculos renales pueden variar en tamaño, los expertos señalan que el tamaño promedio de las piedras en los riñones es de 5 milímetros; sin embargo, el tamaño de las piedras no necesariamente afecta la cantidad de dolor que siente una persona, ya que incluso un cálculo renal muy pequeño puede causar mucho daño en los afectados.
Los cálculos renales pueden ser tan dolorosos que despiertan a las personas durante el sueño e impiden que encuentren una posición de pie, sentada o acostada que les brinde alivio. El dolor puede aparecer en cualquier momento y es un asunto de gravedad que requiere de atención inmediata, lo que generalmente impide que el individuo encuentre una posición cómoda para realizar sus actividades diarias.
Otra posible señal de advertencia es encontrar sangre en la orina, esto ocurre en la mayoría de los pacientes que padecen el problema, asimismo, se trata de una condición anormal que debe ser evaluada sin pretexto alguno para que estos reciban un piedras en el riñón tratamiento.
Si bien el dolor de estómago, el dolor de espalda repentino y severo, así como la sangre en la orina pueden ser indicadores clave de cálculos renales, los especialistas en esta condición de los riñones han observado otras señales de advertencia que tanto hombres como mujeres deberían tener en cuenta. Entre tales señales destacan: náusea, vómito, sudor excesivo, y palidez de la piel a causa del dolor.
Asimismo, ciertos tipos de cálculos renales pueden causar infecciones, capaces de derivar en fiebres, cuando el riñón se obstruye, puede provocar fiebre porque es posible que se presente una acumulación de orina, por tal motivo, se debe tener también cuidado con estos signos de advertencia de enfermedad renal, los cuales suelen ser silenciosos.
Respondamos ahora, ¿Cómo se diagnostican y tratan los cálculos renales? Los cálculos renales, los cuales son tratados específicamente por los urólogos, se pueden diagnosticar mediante pruebas de rayos X, ultrasonido o tomografías axiales computarizadas, asimismo de manera general se encuentran después de que una persona visita la sala de emergencias o hace una cita con un médico de atención primaria debido al dolor que se ha estado experimentando.
Es preciso mencionar que la mayoría de los pacientes pasan los cálculos renales, es decir los expulsan del cuerpo, lo que lleva a un alivio significativo de sus síntomas; sin embargo algunas piedras en los riñones requieren de cirugía para que puedan ser eliminadas. Además, los médicos suelen recetar medicamentos para controlar el dolor que se asocia con los cálculos renales o para ayudar a que estos sean pasados y evacuados. Cabe añadir que, cuanto más pequeña es la piedra, más probable es que sea liberada por sí sola sin tener que recurrir a cirugía.
Como puede observarse se trata de síntomas fáciles de detectar, por lo que si llegan a presentarlos, les sugerimos que busquen atención inmediata con un especialista en el ámbito de la urología para que reciban el piedras en el riñón tratamiento más pertinente. Esperamos esta entrada haya sido de utilidad y agrado para ustedes, por ahora la damos por concluida esperando se pongan al contacto con el Dr. Felipe Vélez si desean el respaldo de un experto en lo relativo a los cálculos renales. ¡Gracias por su visita!