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Un tipo de cirugía de próstata en Guadalajara es la de resección transuretral utilizada para el tratamiento de problemas urinarios ocasionados por un agrandamiento de próstata. A grandes rasgos consiste en insertar un resectoscopio a través de la punta del pene para dirigirlo por la uretra hasta la vejiga y recortar el exceso de tejido prostático que rodea la uretra para liberar el bloqueo del flujo de orina.
¿Cuándo se indica?
Por lo general el procedimiento se indica una opción para tratar problemas urinarios que van de moderados a graves en varones que no responden a la medicación y se considera el tratamiento más eficaz para el agrandamiento de próstata. En pacientes con necesidad frecuente y urgente de orinar, que orinan con más frecuencia durante la noche, que orinan de manera lenta y prolongada, que tienen dificultad para comenzar a orinar, que tienen una sensación de no poder vaciar la vejiga por completo, que orinan de manera interrumpida y que padecen infecciones urinarias frecuentes, puede recomendarse una resección transuretral de la próstata. También es posible que se indique en caso de infecciones urinarias recurrentes, cuando se ha sufrido una lesión en riñones o vejiga, cuando hay incapacidad de control de micciones, cálculos en la vejiga o sangre en la orina.
¿Qué tener en cuenta?
Antes de tomar la decisión de someterse al procedimiento, es conveniente que consulten con un especialista de próstata en Guadalajara los riesgos y complicaciones, así como el tipo de preparación y cuidados que requerirán para una adecuada recuperación. Si bien, las técnicas empleadas actualmente para realizar la cirugía ofrecen mayor seguridad y fiabilidad, al igual que cualquier otro procedimiento quirúrgico, la resección transuretral implica ciertos riesgos.
Es posible que se presente dificultad temporal para orinar algunos días después del procedimiento y hasta que este problema desaparezca es posible que tengan que usar un catéter o sonda insertada en el pene para ayudarlos a expulsar la orina de la vejiga. Otro riesgo es que se desarrolle una infección urinaria, y sus probabilidades son mayores entre más tiempo se tenga colocado el catéter.
Otro efecto frecuente que puede manifestarse a largo plazo con cualquier cirugía de próstata en Guadalajara es la liberación de semen en la vejiga en lugar de a través del pene al eyacular, lo que ocasiona lo que se conoce como eyaculación retrógrada u orgasmo seco. Si bien no es doloroso y por lo general no interfiere con el placer sexual, es posible que ocasione problemas de fertilidad.
Los riesgos de disfunción eréctil son bajos, pero deben considerarse como posible complicación de un tratamiento de próstata. Otro efecto todavía más raro es el sangrado intenso que implique tener que hacer una transfusión sanguínea, en especial en hombres con próstatas de mayor tamaño.
La incontinencia es una complicación a largo plazo considerada poco frecuente de la resección transuretral de la próstata y un bajo nivel de sodio en la sangre. Este último se debe a que el cuerpo puede absorber demasiada cantidad del líquido empleado para el lavado de la zona quirúrgica durante la resección. Por último, existe un riesgo de que se deba volver a realizar el tratamiento si los síntomas no mejoran o reaparecen con el tiempo debido a un estrechamiento del cuello de la vejiga o de la uretra.
¿Cómo es la preparación?
Varios días previos a la cirugía, los urólogos en Guadalajara les indicarán suspender los medicamentos que incrementan los riesgos de sangrado, como anticoagulantes y analgésicos de venta libre. También es probable que se les receten antibióticos para prevenir infecciones de vías urinarias.
¿Cómo es la cirugía?
El procedimiento de resección transuretral de la próstata por lo regular tiene una duración de 60 a 90 minutos y para realizarla se administra anestesia general o intradural. Una vez que ha hecho efecto la anestesia el cirujano insertará un resectoscopio por la punta del pene a través de la uretra para llegar a la próstata. Por las características del procedimiento no es necesario hacer incisiones en la parte externa del cuerpo y sólo se requiere del resectoscopio para hacer un corte en el tejido de la próstata.
El trabajo se hace por secciones y a medida que se corta el tejido se lleva el líquido irrigado a la vejiga. Al finalizar el procedimiento se coloca un catéter urinario porque el paso de la orina estará bloqueado por la inflamación y es probable que tengan que permanecer en el hospital por uno o dos días.
¿Qué ocurre después de la cirugía?
El catéter se deja por un par de días hasta que baje la inflamación y puedan orinar por su cuenta. Es normal que se presente sangre en la orina después del procedimiento, pero en caso de que la sangre sea espesa, de que se bloquee el flujo de la orina o el sangrado empeore es necesario consultar al especialista. Es probable que la formación de coágulos de sangre sean los causantes de un bloqueo. También se pueden presentar síntomas como dolor al orinar o tener una sensación de urgencia de orinar constantemente, los que suelen desaparecer después de seis u ocho semanas.
El médico les indicará el tipo de cuidados especiales que van a requerir para su recuperación. Las recomendaciones médicas incluyen beber mucha agua para limpiar la vejiga, ingerir alimentos ricos en fibra para evitar el esfuerzo durante el movimiento intestinal y estreñimiento. En algunos casos puede indicarse un ablandador de heces y no tomar medicamentos coagulantes hasta que el médico lo permita.
Durante el período de recuperación es necesario evitar actividades físicas extenuantes como levantar cargas pesadas y abstenerse de tener relaciones sexuales durante cuatro a seis semanas o hasta que el médico lo permita. Se debe evitar conducir hasta que se retire el catéter y se suspendan los analgésicos recetados ya que pueden ocasionar somnolencia.
En caso de tener dificultades para orinar, un sangrado excesivo y aumento de coágulos en la orina que no desaparecen con descanso y tras beber mucho líquido o si tienen más de 38 °C de fiebre se debe consultar de inmediato al urólogo.
La resección transuretral de la próstata por lo general puede aliviar los síntomas del padecimiento por el que se indicó de manera rápida. En la mayoría de los pacientes se presenta un flujo de orina mayor en pocos días y sólo en algunas ocasiones se debe recibir un tratamiento de seguimiento para el alivio.
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